viernes, 15 de julio de 2016

Miedooo, tengo miedoooo

¿Has cogido la bolsa del bebé? ¿Llevamos pañales? ¿Y mi necéser? ¿Compraste las "bragas desechables"?.....

Ha llegado la hora H. Un enorme cabezón está empujando para salir. Coge aire, piensa en la palabrota más gorda que conozcas y empuja!!!!!
¡¡Enhorabuena, sois padres!! ¡¡Bieeeeennnn!! ¡¡Que alegría!!

Y llega la gran pregunta, ta ta ta channnnn: ¿Vas a darle el pecho? Miras con cara de circunstancia a quién lanza la cuestión y contestas con toda la fuerza que tus 12 horas (con suerte) de parto te han dejado: "Sí".


Ea, y ahora sí que sí. El miedo..... Te llegan mil preguntas a la cabeza. Y a esas mil preguntas tienes que sumar los siempre "sabios y afortunados" comentarios de terceros....


Como siempre os decimos desde Mímame Mucho, OIDOS SORDOS queridas mías, OIDOS SORDOS.

Y para que podáis hacer oídos sordos a estos comentarios, hoy, os vamos a resolver, algunas de esas dudas que tanto miedo nos dan. Empezamos?

-  ¿Podré dar el pecho? Pues claro. Todas las mujeres pueden. “Es que mi madre no nos dió el pecho más que unas pocas semanas. Se quedó sin leche”. Quizá su madre no pudo amamantar porque le dieron unos consejos que hoy en día se sabe que eran erróneos.

¿Tengo que preparar mis pechos de algún modo? No. El cuerpo de la madre se ocupa de ello durante la gestación: desarrolla un poco más las glándulas; hace crecer los conductos; acumular grasa para que sirva de reserva de energía.También se hace más oscura la areola para que el bebé la vea mejor y se desarrollan unas glándulas a su alrededor que la abrillantan y protegen. No hace falta darse masajes, ni endurecer o intentar alargar los pezones, ni ponerse cremas en el pecho.

¿Cuándo debo poner el bebé al pecho la primera vez? Cuanto antes. Lo mejor es en las 2 primeras horas de vida. En la actualidad se favorece que madre y bebé estén en contacto piel con piel nada más nacer. Es en ese momento cuando el bebé se coge mejor al pecho.

-¿Cómo se hace? ¿Sabré ponerle yo sola? ¡No lo he visto nunca! Las mujeres hoy en día tienen que aprender algunas “técnicas”, pero por suerte el bebé nace con un montón de reflejos e instintos que le ayudan en el amamantamiento.

¿Qué sabe hacer el bebé? Desde que nace, el bebé sabe “trepar” o “gatear” sobre el cuerpo de su madre, gracias a unos reflejos de sus manos y pies. Sabe oler la secreción de la areola y el calostro. Puede ver que hay una zona más oscura. Puede tantear con las manos y notar que el pezón está un poco más duro. Solo hace falta sujetarle un poco. Al tropezar con el pezón empieza a “dar cabezazos” mientras abre la boca, y con mucha facilidad el pezón entra en ella. Cuando lo tenga dentro, iniciará movimientos instintivos de succión. El pecho se adaptará a su boca. La lengua hará movimientos de delante hacia atrás mientras esas arrugas que hay en el paladar colaboran en el “ordeño” de la leche.
Sí, es más listo que nosotras y apenas acaba de llegar a este planeta.

¿Qué tiene que hacer la madre? Ponerse cómoda. Observar lo que hace el bebé. Ayudar. Confiar. Pedir ayuda o consejo a alguien con experiencia. 

Es importante la comodidad cuando se da el pecho. Sobre todo al principio. Se puede hacer tumbada en la cama o reclinada en un sillón. Hay muchas posturas posibles. Con el tiempo, cuando ya se tiene experiencia, cada mujer usa la postura que más le gusta o la que le va mejor en ese momento. 


¿Cómo sé si el bebé está listo para comer o tiene hambre? Basta con observar al bebé.
Los primeros indicios de que tiene hambre es que empieza a salir del sueño y a mover la
boca.  Luego gira un poco la cabeza a los lados o mueve los labios. En ese momento es muy
fácil que se coja bien al pecho. Si tiene más hambre se lleva las manos a la boca. Mueve más
la cabeza.
Cuando se espera a que llore, suele ser difícil que se coja bien al pecho, pues se agita y se
mueve de forma menos coordinada.

¿Seguro que tendré suficiente leche? Sí. Para tener mucha leche hay que poner al bebé al
pecho muy a menudo. Si el bebé succiona estimula la producción de leche. Si se le hace
esperar a que sea “su hora” o se le dan biberones de agua, infusiones o leche la
producción de leche de la madre baja. En caso de duda: ¡dar el pecho más veces! Vamos a
desterrar ese mito de "dale una ayudita que se queda con hambre". No gracias. Le doy más
tetita!!
Es bueno que vacíe bien un pecho cada vez. La leche que sale al final tiene más grasa y le
ayuda a dormir y a engordar. Si quiere del otro lado puede tomar también, pero es mejor
concentrarse primero en uno de los pechos. No hace falta eso de "dale ahora el otro". Si el
bichito está felizmente dormido no tiene más hambre. En la próxima toma, le daremos el
pecho que no cogió en esta primero.

- La mayoría de las madres tienen la capacidad de producir la cantidad suficiente de
leche para amamantar a uno e incluso a dos bebés. Y, sin embargo, muchas madres pierden la
lactancia, una vez iniciada y no deseando hacerlo, porque tienen la sensación de no tener
suficiente leche. Por eso es muy importante saber cómo se produce la leche. Y aprender las
señales que nos indican que el bebé está tomando lo que necesita.


Todo se resume en una CUESTIÓN DE HORMONAS....

- ¿Cómo se regula la producción de leche? Los primeros días tras el parto, el pecho de la
Madre produce calostro: esta leche se produce en cantidades pequeñas, pero muy
condensadas de alimento y defensas. Es justo lo que el bebé, que no ha comido nunca,
necesita en los primeros días.
Entre el 3er y 5º día después del parto, tiene lugar la “subida de la leche”. Aparece leche
más fluida en mucha mayor cantidad. Y en las siguientes semanas será la demanda del bebé la
que vaya ajustando la producción de leche a sus necesidades. 
Hacia las 4-6 semanas los pechos no se sienten tan llenos como al principio, porque la
producción se ha regulado. Sólo se produce lo que el bebé necesita.
Algunas madres pueden almacenar mayor cantidad de leche en sus pechos que otras. Por eso,
Algunos bebés piden mamar muy a menudo, mientras otros lo hacen menos frecuentemente.
Recordad, cada bebé es diferente, y por tanto cada mamá también. 

- ¿Cómo sabré si está comiendo bien? Gana peso: pesa lo mismo o más que cuando nació
a los 15 días de vida. Después gana al menos 125g a la semana.
Su orina es clara (casi como agua). Hace más de 5 pipis al día a partir del día 5.
A partir del tercer día, si el bebé mama de forma adecuada, más de 8 veces al día, y hace 3 o
Más deposiciones al día, se puede decir que se está alimentando correctamente.
A medida que va creciendo, el niño tarda menos en hacer las tomas. Extrae la leche más
eficazmente.
Como el cambio se produce bruscamente, muchas madres creen que no se alimenta
adecuadamente o
que deja el pecho tan pronto porque tienen menos leche. Esto no es así claramente. 
Si el niño está tranquilo y feliz y moja 4-5 pañales diarios, es que está tomando la leche que
necesita.

- ¿Qué me puede indicar que hay algún problema? Es bueno que pidas ayuda si, en las
Primeras semanas, observas que: parece no quedar satisfecho tras la toma; si llora
continuamente, si está continuamente agarrado al pecho o hace tomas muy largas; si rechaza
el pecho; si hace cacas duras o verdes, o si hace muy pocas; si no has notado la subida de la
leche o no sale leche cuando los exprimes; y si tus pechos no han aumentado de tamaño
durante el embarazo.

- Las razones por las un bebé puede no estar obteniendo la suficiente leche se resumen en
dos: 
1) Un agarre inadecuado.
2) El bebé succiona pocas veces.

- Para aumentar la cantidad de leche que toma tu bebé, es importante que:
El agarre de tu bebé al pecho sea adecuado: en general valorará que: vuestros cuerpos
estén encarados, que el bebé no tenga torcido el cuello ni enterrada la nariz en tu pecho; que
su barbilla esté bien pegadita a tu pecho; que abra bien la boca y los labios queden hacia
fuera; que abarque la areola con su lengua y no sólo el pezón y especialmente que la
sensación que tengas sea placentera durante el amamantamiento.
Tu bebé tome como mínimo 8 veces al día (durante las primeras semanas mejor si son
más).
Tu bebé y tú, hagáis mucho contacto piel con piel y mantengas a tu bebé a tu lado el
mayor tiempo posible (fabricarás más oxitocina y prolactina y harás más leche).
Puede ser útil además, estimular tus pechos para extraer leche adicional después de las
tomas del bebé (a mano o con sacaleches) y poder ofrecerle este suplemento después de las
tomas. Además de ofrecerle más cantidad le estarás dando señales a tus pechos de que
fabriquen más leche.

-  ¿Tengo que tomar algún alimento o suplementos para tener leche? No. Basta con dar el
pecho cada vez que el bebé tenga hambre. Sobre todo al principio, al menos 10-12 veces al
día.
La dieta de la madre debe ser normal, variada y sana. Es normal tener un poco más de sed.
¿Tengo que seguir con el suplemento de yodo? En España se aconseja que la madre tome
un suplemento de 200-300 mcg/día de yodo en la lactancia. Y debes cocinar los alimentos con
sal yodada. Aún así, en cuanto al suplemento, hay varias posturas respecto a ello. Dejarlo no
supondrá un detrimento para ti ni para tu bebé, y continuar con él tampoco. Así que es un
poco a elección de mami.

¿Me dolerá? Amamantar no debe doler. Incluso puede ser muy placentero y agradable. Si
sientes dolor, pide ayuda a alguien con experiencia. Sentir dolor puede ser una pequeña
dificultad para que el bebé se agarre al pecho. En cuanto se corrige, todo es más fácil.

Me han dicho que seguramente me van a salir grietas Para prevenir las grietas, la mejor
manera de cuidar los pezones es una posición correcta del bebé al mamar. Además hay que
evitar la presión sobre el pezón. Y hay que mantener el pezón seco. Por esto es adecuado el
uso de las conchas o discos absorbentes. No hay que olvidar cambiarlos con frecuencia
para mantener seco el pezón. 
La propia leche que sale de vuestro pezón cuando estáis amamantando os puede
servir de ayuda para hidratar esa piel tan delicada e incluso curar pequeñas heridas en la zona.
Aunque se tengan los pezones planos o invertidos se puede dar el pecho.

¿Cómo me tengo que cuidar el pecho? Los pezones no necesitan ningún cuidado especial.
Ni durante el embarazo. Ni tras del parto. Basta con la ducha diaria y, como ya os hemos
dicho, procurar mantenerlos secos entre tomas. Se debe usar un sujetador con el que nos
sintamos cómodas y no oprima.  

¿Es verdad que la leche materna previene algunas enfermedades del bebé? Hay que
tener en cuenta que amamantar tiene muchas ventajas para la salud de la madre y del bebé.
Los bebés que toman el pecho enferman menos, no solo mientras son pequeñitos sino también
cuando van siendo mayores. Hay menos casos de diabetes y de obesidad entre otras
enfermedades.
Tienen menos riesgo de tener que ir a un hospital. También su inteligencia se desarrolla
mejor. 
También tiene ventajas para la salud de la madre. Hay menos sangrado tras el parto, ya que
las hormonas que se estimulan durante la succión del bebé favorecen las contracciones
uterinas. Se recupera antes, se adelgaza sin esfuerzo y en unos cuantos meses no se tiene la

regla. Y años más tarde hay menos riesgo de cáncer de mama y de fracturas.




¡¡Dios de mi vida, cuantas cosas juntas!! Help me!!!!!

Tranquilos, para eso estamos aquí: 

Pide ayuda,  si tienes dolor; si no ves a tu bebé feliz a tu pecho; o si tienes dudas.
¿A quién pedir ayuda?
 -  A una consejera de lactancia. En Mímame Mucho podemos atenderte.
 -  A algún profesional sanitario con experiencia en lactancia materna. En Mímame
Mucho contamos con profesionales sanitarios especialistas en lactancia.

 -  Busca en tu zona algún grupo de apoyo. Los hay en casi todas las provincias.
 -  A mujeres que conozcas que hayan dado de mamar con éxito.
 -  En internet, al Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.



Bien, después de este tochaco de palabrejas que os hemos soltado, estamos totalmente seguros
que estáis listas para sumergeros de lleno en la lactancia materna. Adelante!! Estamos aquí
para todo lo que necesitéis.





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