lunes, 1 de agosto de 2016

Como lo metas en tu cama, a ver luego quién lo echa!!

Menuda sentencia!!

Buenos días de lunes papis y mamis. ¿De vacaciones? En Mímame Mucho seguimos al 100% en agosto, y como cada nueva semana, nuevo post!!!! Fresquito fresquito!!

Y es que, como siempre os preguntamos, ¿cuántos de vosotros o vosotras ha oído semejante acusación? Sí, sí, acusación! La gente te mira con gesto inquisitorio y te dice "¿qué duerme en tu cama?????, pues lo vas a malacostumbrar (que palabra tan tan tan tan repetida)". A lo que acompaña, "a ver luego como lo sacas de ahí..." Pero, ¿quién le ha dicho a usted, que lo quiero sacar?




Sí queridos míos, y nuestros. Hoy hablamos de un término que últimamente está muy de moda. El COLECHO.

Y para demostrar que aquí somos personas estudiadas, vamos a ver que dice la Real Academia de la Lengua Española sobre esta palabreja; COLECHO: "Su búsqueda no produjo resultados". 
En serio RAE, en serio??

Pues nada, iremos a San Google, a ver que nos dice; COLECHO, El colecho o cama familiar es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores. 

Pues eso, lo que de toda la vida ha sido, dormir con papá y mamá. Y vosotros diréis, pero si esto se ha hecho siempre, que cuestión hay ahora con este tema.... pues eso mismo pensamos nosotros.

Ocurre con el colecho como con la lactancia materna. Siendo lo más natural, y lo que siempre se ha practicado, hoy se mira con recelo y a los que los practicamos se nos cuestiona como si fuéramos bichos raros.

Pero como os conocemos, y sabemos que os gusta vivir al margen de la sociedad (JA JA JA risa maléfica), ahí os dejamos el post de hoy: COLECHO, ¿SÍ O NO?.

Que lo disfrutéis pescaos....




¿Es beneficiosa la práctica del colecho?

Desde siempre los padres han dormido con sus hijos para compartir la cama o la habitación. El motivo es la utilidad de esta práctica para alimentar y confortar a los niños en las horas conflictivas de la noche.
Hay países industrializados como los EEUU donde el colecho ha experimentado un aumento. En gran parte debido al auge de la lactancia materna de los últimos años. Esto se asocia a la práctica de amamantamiento y su prolongación en el tiempo.

¿Es ésta una práctica única y uniforme?

Pues NO. Hay muchas formas de dormir con los hijos. Puede ser en la misma cama o colecho propiamente dicho, o en una cuna cerca de la cama de los padres (SÍ, dormir en el cuarto de los país, aunque sea en su cuna, también es colechar). Otras veces no es en la cama sino en sofás, colchonetas...

Puede ocurrir de forma puntual como al dar de mamar a un bebé o para consolarle mientras se duerme, o puede ser durante toda la noche, por ejemplo si una madre se duerme mientras amamanta.
No es raro que las madres descubran su practicidad y decidan hacerlo desde el inicio de la noche.

¿Cómo puede el colecho favorecer el amamantamiento? 

Lograr una lactancia materna exitosa representa la culminación de oportunidades que faciliten el encuentro entre la madre y su hijo. Por la noche, en las primeras semanas de vida, hay una mayor vulnerabilidad para el niño. En esta situación el colecho favorece:

              - La lactancia a demanda.
              - La estabilidad térmica.
              - La oxigenación.
              - El acoplamiento al ritmo respiratorio.
              - El sueño de la madre.

El contacto continuado y frecuente favorece la secreción de prolactina y oxitocina. Estas hormonas se liberan en respuesta al roce y la succión. Aumentan la producción de leche y facilitan su paso a la boca del bebé. La oxitocina también tiene capacidad anti-estrés y genera una sensación de bienestar. Esto hace más placentera la lactancia para ayudar a la madre a sobrellevar sus dificultades.



Tengo miedo a hacerle daño….

¿Representa el colecho algún peligro para el niño?

A pesar de sus beneficios, hay organizaciones que desaconsejan el colecho. Se basan en estudios no controlados. En ellos se ha visto asociación entre esta práctica y la muerte no explicada en bebés con menos de 1 año. Tales estudios están limitados porque no hacen distinción entre las diferentes formas de colecho. Y pasan por alto otras situaciones de riesgo, dando al colecho categoría de riesgo per se.
En estudios controlados más recientes, se ha visto que la relación con colecho desaparece al comparar con factores de riesgo como la posición boca abajo, tabaquismo de la madre, consumo de alcohol, dormir en sofás o superficies blandas.

¿La muerte súbita del lactante ocurre exclusivamente en la cama de los padres?

No. Más de la mitad de los casos pasan en la cuna. En uno de los estudios más exhaustivos, el de Avon en el sur de Inglaterra, se vio que la muerte en la cuna, siendo la más común, descendió mucho (130/148 en 1988, bajó a 15/36 en 2003). La muerte con colecho, siendo muy baja desde el principio, también disminuyó (16/148 a 14/36 en el mismo período). En España la muerte súbita en bebés disminuyó de 0,17 por 1000 nacidos vivos en 1999 a 0,11 en 2010.

¿La lactancia materna disminuye el riesgo de muerte súbita?

En estudios recientes hay pruebas claras de ello. Cada mamífero produce una leche adaptada a su cría. La leche humana, al contrario de la artificial, es baja en proteínas y rica en azúcares de digestión rápida.
Los bebés están adaptados a llorar con frecuencia para pedir alimento y a tener períodos cortos de sueño profundo que les dejan despertarse muchas veces para ser estimulados y alimentados. Esta conducta se acentúa por la noche evitando la muerte súbita.
Si la madre no está cerca, con su llanto llaman la atención para recordar a sus padres que tienen un recién llegado.
Por otro lado, las madres que amamantan tienden a poner a sus niños en posición supina al momento del colecho. Boca abajo, el amamantamiento es casi imposible.



¿Sólo se practica el colecho si hay lactancia materna?

Hace poco tiempo la Academia Americana de Pediatría ha dicho que la lactancia materna es el patrón de oro de la nutrición infantil. Desde este punto de vista, en el caso de niños que toman el pecho, se debe respetar la decisión de los padres de practicar el colecho.
Deben conocer los factores de riesgo como tabaquismo, ingesta de alcohol y tóxicos, superficies no adecuadas, presencia de otras personas que no sean los padres, almohadones y cojines que puedan atrapar al niño, para que los cambien.

En caso contrario y si el niño no es amamantado es aconsejable dejar al niño en la misma habitación cerca de la cama de los padres. 


Pues después de tener la información adecuada, sólo os queda a vosotros y vosotras la opción de decidir si lo practicáis o no. Y recordad lo que siempre os decimos, que sea algo que vosotros, libremente, escojáis, sin que nadie, nadie, nadie, os influya. Porque la crianza de un hijo es dura, y a la vez maravillosa, y sólo vosotros podéis hacerlo bien. Siempre, para vuestros hijos, sois los mejores!!

A dormir pescaitos!! Ah no, que nos acabamos de levantar... ofuuu lunes y sin vacaciones....



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